AYÚDAME A AYUDAR O AYÚDAME A AYUDARME??

Frank Sinatra no es el único que conmueve mi corazón en estas fechas.....recuerdo de niña  hacia toda clase de pataletas para poder obtener el regalo prometido. Me ponía morada por contener el aire, verde como la máscara por culpa de los tallarines al pesto, con los que amenazaba (cual kamikaze) a mi pobre madre para no machar mi vestídito blanco e inmaculado de Sears, haciendo de todo para conseguir mi objetivo.

Tuve una niñez muy hermosa, gracias a mis  apreciados trofeos de guerra compuestos por un ejército de barbies y sus accesorios, ken, Jems, viewmaster, colección de Star wars ( esta heredada de mis hermanos ) espada del augurio y cubil felino (con personajes que se vendían por separado) made in "United States" porque no había de otra en esos tiempos,  para conseguir lo ultimito y así competir con mi mejor amiga de la cuadra ( Betsy ) la que me gano con su Barbie de color ( esa muñeca desapareció un día sin dejar rastro) pero mi revancha fue con el Trapper Keapper. Hehehe!

Mis padres trataron de darme todo lo que pedía, quizás para poder ocultar la triste realidad de apagones, atentados, explosiones que no pudieron bombardear mi imaginación, hasta que me enteré a la mala (por un periódico muy gráfico) como transcurrían los sucesos negativos en nuestro país (los80 tas). Así transcurrieron los años, llego la adolescencia y al regresar un buen día del colegio, me di con la ingrata sorpresa que a mi mama se le había metido el espiritu navideño y regalo todo mi preciado ejército( ya disminuido por los años pero aún en pie para alegrar a cualquier niño) yendo a parar a los traperos de Emaus, una organización que subsiste de la caridad, vendiendo todo lo recolectado para mantener a niños y ancianos en extrema pobreza. Me moleste con ella por regalar hasta mis payasos de trapo y peloncitas incluida, sin detenerme a pensar en la noble acción dejándole de hablar por 3 meses.....( too much! pero años después me sucedió algo similar con mi papa). Por cosas del destino... O Dios, me tocó por sorteo en el curso de religión, ir a una actividad parroquial con otras compañeras del colegio ( todas a regañadientes) donde teníamos que apoyar en caridad a un grupo  parroquial en la organización de un compartir al cerro El Pino por Navidad. Tras 2 reuniones del grupo y a pesar de la convocatoria (de un mes) no se llego a juntar lo requerido, por lo que se íntegro a otra parroquia más del distrito para unir fuerzas ...con éxito, porque al final teníamos hasta de sobra.

 

Domingo 8 am, nos juntamos y partimos al lugar, con todo lo necesario para alegrarles el día a los pobladores del asentamiento humano. La experiencia que tuve al llegar ahí aún hace que mis ojos se llene de lágrimas, al recordar la precariedad del lugar donde no había agua, mucho menos luz y sus necesidades básicas se resumian a poder conseguir un plato de comida al día, según me contaba una madre de 4 niños. Llevamos víveres, chocolatada, paneton y los juguetes... Este último me hizo ver la vida de otra manera, porque me quede en shock al ver a los niños, felices por las canicas, trompos, yases  y a su vez otros, disputandose un brazo , una pierna, un torso de muñeca. Hasta ese día entendí el porque mi madre regaló mi ejército.... Hasta ese día, comprendí lo afortunada que fui al tener en mi niñez, un hogar, un plato de comer, ropa, colegio y di gracias a Dios hasta por la luz, agua y videojuegos. Esto mismo trato de contárselo a mis hijos e inculcarles el compartir su tesoro ( los juguetes) con los demás.

Lo que aprendí ese día fue bastante. Porque No basta darle 10 céntimos a alguien o 1 sol si tuvo mucha suerte, para que te haga sentir San Martín de Porres o Sta Rosita.... Moraleja de fábula Esopo: Cuando pasen por las tiendas y se entreguen a su "espíritu consumista" piensen en los niños que no tienen ni un carrito de sol de las importaciones chinas. Cuando ayuden a alguien no digan  "yo lo ayude" piensen en lo gratificante que es hacerlo, sin tanto aspa viento como en la Teletón y sin tanta parafernalia, publicaciones, ni comerciales. Cuando realmente luchas por el beneficio de una causa, suma fuerzas, no la restes porque es fácil perderse en los afanes del protagonismo, distorsionando la esencia de la causa inicial en el camino. Espero que con lo último apliquen su comprensión lectora en esta frase. La Brother Katha.