No te vayas Chavo......
Cuando era niña, mis hermanos y yo religiosamente mirábamos el canal 4. Compartíamos entre risas, leche enci y galletas, con ese amigo de la vecindad que diluía nuestros miedos, esa época de terror que afecto mi generación.
Disfrutaba ver sus travesuras y desventuras, buscando su eterna torta de jamón que en más de una ocasión -de pequeña- soñaba con prepararle para que dejara de pasar hambre. Él nos acompaño sin pedir nada a cambio, más que una sonrisa a todos los que lo seguimos de toda la vida.
Así como yo mis hijos -dos generaciones más tarde- hacen lo propio, sentados en la mesa nueva de mamá, solo que el canal cambio... Ya no es siempre el 4 sino ahora TBS o Boomerang.
El Chavo, es una serie increíble que te hace pasar de la risa incontenible al mero llanto. Recuerdo la primera vez que vi el capítulo culminante de Acapulco, con esa fogata, las voces de fondo de cada personaje retirándose de ahí y esa canción que hasta ahora, se me hace un nudo en la garganta escucharla. "Buenas Noches Vecindad" es quizás para todo fanático la melodía más triste, pues luego de este capítulo, Carlos Villagrán "Kiko", se fue para nunca más volver. Ramón Valdez se retiró varias temporadas -cansado de las objeciones y mandatos de una insoportable Florinda Meza- dejando a la serie sin esa fuerza, brillo espontáneo y chispa que le aportaban estos personajes a la vecindad. El éxito de la serie perdió color y con ello también a un considerable público, pues ya no era lo mismo por que se extrañaban las ocurrencias de ambos actores, quienes en Venezuela hicieron un programa llamado "Ah Que Kiko" pero nunca alcanzaron la notoriedad que tenían con "El Chavo".
Aún soy feliz repitiendo cada dialogo, riéndome hasta el hartazgo con cada escena que he disfrutado cientos de veces. Se ha ido no sólo el más grande comediante latinoamericano, sino un padre, amigo, abuelo, cómplice para todos los que te amamos. Con lágrimas en los ojos te dijo: Descansa en paz, niño eterno... Te irás a reencontrar con Don Ramón, Doña Clotilde, Godines, Jaimito, en el cielo para seguir sonriendo. Te recordaremos como ese genio que se atrevió a soñar un día y logró mas de lo que imagino, el cariño y reconocimiento de 5 generaciones que te quieren y respetan por todo lo que hiciste.
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