//////////Historias de hombres reales////////// vol. 1

Cuando todas las leyendas urbanas  que tenemos sobre los hombres...... Son tiradas al piso, una por una!

Texto: Franco Delgado.

Yo nunca he sido fachero ni nada que se le parezca. Nunca uso el último grito de la moda ni ando viendo cuales son las nuevas tendencias para la siguiente temporada, todo lo contrario, como todos los hombres del mundo soy super funcional, solo necesito un par de jeans, media docena de polos y una casaca para sobrevivir todo un año completo. Tampoco necesito accesorios porque generalmente olvido usarlos y al igual que los perfumes terminan refundiéndose en algún cajón.
 Sí, los hombres somos todo lo contrario a las mujeres en cuanto a ropa se trata.
Las mujeres, por ejemplo, viven obsesionadas con que deben comprarse el pantalón negro con la rayita crema para los cocktails, el pantalón negro entero para los eventos formales, el pantalón negro con el hilito rojo para ir a trabajar, el pantalón negro con los bolsillos focalizados para las noches de disco, etc.
Esas son cosas que los hombres no entendemos. Para nosotros un pantalón negro es un pantalón negro y punto.
 Estoy seguro que están pensando que nos da igual ponernos un polo con hueco o un par de tabas rotas pero están equivocados.
Todos los hombres que estén leyendo esta publicación me van a dar la razón en que… bueno, quizá si usemos lo primero que cojamos del closet sin importarnos como se nos vea, no lo voy a negar, pero hay algo sin lo que no podemos vivir a parte del fútbol, o en mi caso, de los vinilos. Son nuestra debilidad y el centro de nuestro universo. Para los hombres nuestras zapatillas, representan lo que para las mujeres representa toda la ropa del mundo. Las tenemos de todos los colores, formas, ediciones y demás. Incluso si no tienes muchísimas y solo tienes un par vives orgulloso de ellas y son el centro de tu look. Son la pieza que más peso tiene porque por nuestras zapatillas podemos gastarnos un platal.

(Katha says:  Franco...Cuantas opciones hay para comprar a la mama por su día.......pero más puede la obsesión masculina? A ver... Mmmmmm)



Y es que lo hombres vivimos para y por nuestras zapatillas. Punto.

Ahora díganme ¿Qué creen que pasa cuando un hombre tiene la plata en el bolsillo para comprarse el par de zapatillas que tanto quiere pero recuerda que el domingo es el día de la madre y no ha comprado aun el regalo de su mamá?

Quienes piensen que los hombres no sufrimos pues se equivocan porque bajo una situación como esta un hombre sufre, se cuestiona, le pide ayuda al SEÑOR, se aísla, se malhumora y hasta re plantea su vida. Es una situación terrible porque si no le regalas algo a tu mama por su día te conviertes en un mal hijo. Quedas ante los demás y antes ella como que no la quieres porque, valgan verdades, las madres esperan el segundo domingo de mayo solo por su regalo. Recuerda, son mujeres. Así que llegar por la mañana con las manos vacías es como romperle la burbuja de aire a alguien que se encuentra en el fondo del mar. Tu madre y todos los presentes pensaran que no la quieres, que eres un desconsiderado y que no te acuerdas de ella nunca, aunque todos los domingos la lleves a almorzar y gastes mas dinero que incluso en el almuerzo de ese domingo.

Por otro lado están ellas bajo la luz del dicroico que las hace ver celestiales. Nuevas, brillantes, sin ningún doblés, gigantes, con la planta de goma y una lengua gigantesca. Las tienes que tener. Te las imaginas en tu cuarto con tus demás pares, o te las imaginas siendo la envidia de la fiesta y simplemente entras en orgasmos.

¿Que hacer?

Puedes decirle a tu mamá que no contabas con varios gastos extras, que además te han reducido el sueldo y que le debes su regalo, que no te vas a olvidar y que te vas a quedar con ella todo el día, aunque te piquen los dedos por largarte a jugar play.

Lo mas probable es que tu mamá al inicio sienta un poco de odio hacia ti pero luego se va a apiadar, como toda madre, y te va a recibir bien. Obviamente, te va a ver y te va a decir “Que bonitas zapatillas hijo. ¿Son nuevas?” Lo que puedes hacer es decirle que ya las tenías desde hace mucho tiempo y que solo las usas para ocasiones especiales. Entonces ella se sentirá halagada y habrás matado dos pájaros de un tiro.

Pero esa no es lo ideal aunque pensemos que realmente es lo que deberíamos hacer. Lo ideal sería que esperes al siguiente mes para poder comprarte las tan ansiadas zapatillas. Claro, si es que las encuentras todavía. Ya todo depende de cuan fanático seas y, claro está, de cuanto quieras a tu mamá.

Por cierto FELIZ DIA MAMA.

PD. Felizmente me compre un par de zapatillas la semana pasada. Ufff.

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